CLIENTE
GRUPO TAPEO
DIRECCIÓN CREATIVA
OLGA PAJARES
COLABORACIONES
MARTÍ CRISOL
ARTISTA
CARME BALADA
SUPERFICIE
135m2
FOTOGRAFÍA
MERITXELL ARJALAGUER
CLIENTE
GRUPO TAPEO
DIRECCIÓN CREATIVA
OLGA PAJARES
COLABORACIONES
MARTÍ CRISOL
ARTISTA
CARME BALADA
SUPERFICIE
135m2
FOTOGRAFÍA
MERITXELL ARJALAGUER
La familia del tapeo, Dani Rueda y Natalia Ferran, confían en el estudio para la apertura de su nueva arrocería informal en la calle Espartería del Born. Desde el primer día nos emocionó la arquitectura del espacio: el techo de bóveda de arista entre los arcos debía ser el envolvente perfecto para los nuevos elementos del restaurante. Todo está diseñado para respetar la arquitectura original: los baños y el backoffice se ocultan en un volumen de roble a media altura, y la salida de humos en el centro de la sala se cubre con un espejo que refleja el techo y mantiene la continuidad de las bóvedas.
Transmitir la propuesta gastronómica de Dani Rueda significa respetar el producto, la honestidad y la transparencia. La cocina vista desdibuja los límites entre comensal y cocinado. Inspirada en las Terres del Ebre, Delta respira naturalidad y tradición, con materiales como mortero y pintura a la cal, madera de roble y piedra abujardada, en una paleta de tonos claros y cálidos. Tanto el pavimento de terrazo continuo, con árido blanco, como las lámparas de papel suspendidas sobre mesas de grupo, evocan sutilmente el arroz.
El interiorismo de Delta Arrocería rinde homenaje al propio producto desde lo sensorial y lo simbólico. La artista cerámica Carme Balada firma una instalación única, inspirada en las vainas que protegen el grano de arroz. Una pieza sutil y orgánica, modelada con distintas arcillas que evocan la diversidad, la textura y la riqueza de este alimento esencial.
En diálogo con esta intervención artística, el espacio se estructura con un mobiliario a medida: mesas y bancos corridos de roble macizo que aportan calidez y sobriedad. Se integran piezas de diseño contemporáneo como las sillas Ramón de Santa & Cole, la Betty de &Tradition o los taburetes Hari de Ondarreta. La barra, realizada en piedra natural abujardada, se convierte en un punto de encuentro, acompañada por mesas de Muuto e iluminada por los icónicos apliques TMM.
La iluminación cálida, con puntos estratégicos sobre las mesas, diseñada junto a Panaled, cierra el proyecto ofreciendo una experiencia coherente, natural y acogedora que refuerza la filosofía de honestidad y cercanía de Delta.
El resultado es un conjunto armónico y funcional, donde arte y diseño dialogan para crear una atmósfera cálida, honesta y contemporánea, en sintonía con la esencia del restaurante.
La familia del tapeo, Dani Rueda y Natalia Ferran, confían en el estudio para la apertura de su nueva arrocería informal en la calle Espartería del Born. Desde el primer día nos emocionó la arquitectura del espacio: el techo de bóveda de arista entre los arcos debía ser el envolvente perfecto para los nuevos elementos del restaurante. Todo está diseñado para respetar la arquitectura original: los baños y el backoffice se ocultan en un volumen de roble a media altura, y la salida de humos en el centro de la sala se cubre con un espejo que refleja el techo y mantiene la continuidad de las bóvedas.
Transmitir la propuesta gastronómica de Dani Rueda significa respetar el producto, la honestidad y la transparencia. La cocina vista desdibuja los límites entre comensal y cocinado. Inspirada en las Terres del Ebre, Delta respira naturalidad y tradición, con materiales como mortero y pintura a la cal, madera de roble y piedra abujardada, en una paleta de tonos claros y cálidos. Tanto el pavimento de terrazo continuo, con árido blanco, como las lámparas de papel suspendidas sobre mesas de grupo, evocan sutilmente el arroz.
El interiorismo de Delta Arrocería rinde homenaje al propio producto desde lo sensorial y lo simbólico. La artista cerámica Carme Balada firma una instalación única, inspirada en las vainas que protegen el grano de arroz. Una pieza sutil y orgánica, modelada con distintas arcillas que evocan la diversidad, la textura y la riqueza de este alimento esencial.
En diálogo con esta intervención artística, el espacio se estructura con un mobiliario a medida: mesas y bancos corridos de roble macizo que aportan calidez y sobriedad. Se integran piezas de diseño contemporáneo como las sillas Ramón de Santa & Cole, la Betty de &Tradition o los taburetes Hari de Ondarreta. La barra, realizada en piedra natural abujardada, se convierte en un punto de encuentro, acompañada por mesas de Muuto e iluminada por los icónicos apliques TMM.
La iluminación cálida, con puntos estratégicos sobre las mesas, diseñada junto a Panaled, cierra el proyecto ofreciendo una experiencia coherente, natural y acogedora que refuerza la filosofía de honestidad y cercanía de Delta.
El resultado es un conjunto armónico y funcional, donde arte y diseño dialogan para crear una atmósfera cálida, honesta y contemporánea, en sintonía con la esencia del restaurante.








