CLIENTE
INFINITUM
DIRECCIÓN CREATIVA
OLGA PAJARES / ISERN ASSOCIATS
SUPERFICIE
350m2
FOTOGRAFÍA
MERITXELL ARJALAGUER
CLIENTE
INFINITUM
DIRECCIÓN CREATIVA
OLGA PAJARES / ISERN ASSOCIATS
SUPERFICIE
350m2
FOTOGRAFÍA
MERITXELL ARJALAGUER
En el exclusivo resort Infinitum de Salou, el restaurante Terrace at Hills renace con nueva identidad. La transformación va más allá de la estética: se concibe como una casa club cálida y acogedora. El objetivo es que los socios disfruten de excelente cocina en un espacio confortable y cercano. Inspirados en la filosofía KM-0, la gastronomía mediterránea guía tanto el ambiente como el diseño. La cocina al horno de leña se integra en el comedor, mostrando el proceso culinario en directo. Barras de roble y mármol blanco actúan como epicentro de la experiencia, abiertas y participativas.
Detrás del pizzero, una estantería de madera exhibe ingredientes frescos, humanizando la preparación de cada plato. El espacio inicial, de gran altura, transmitía frialdad y distancia, un reto importante para el rediseño. La solución llegó con luminarias suspendidas que cambian la escala y generan una atmósfera cálida y cercana. El confort acústico también se trabajó, logrando un ambiente donde conversar resulta agradable y sin reverberaciones. El resultado es un comedor íntimo, equilibrado entre transparencia culinaria y un entorno pensado para el disfrute. La iluminación, junto al uso de materiales nobles, aporta serenidad y conexión emocional con el espacio. Cada detalle busca crear una experiencia completa, donde el cliente se siente parte del proceso. La combinación de tradición culinaria y diseño acogedor convierte el restaurante en un lugar vibrante y humano.
La terraza exterior, con vistas privilegiadas al campo de golf, se reorganiza en ambientes más íntimos. El mobiliario se dispone en torno a alfombras y pérgolas de fibras naturales que definen rincones acogedores. Los espacios permiten acoger desde pequeños grupos hasta celebraciones más numerosas en un entorno relajado y familiar. Se buscó transformar la materialidad fría del edificio original en un escenario de confort y vitalidad. Hoy, Terrace at Hills transmite calidez y frescura, ofreciendo un lugar donde socios se sienten como en casa. Un proyecto que convierte la experiencia gastronómica en vivencia completa: auténtica, cercana y profundamente mediterránea.
En el exclusivo resort Infinitum de Salou, el restaurante Terrace at Hills renace con nueva identidad. La transformación va más allá de la estética: se concibe como una casa club cálida y acogedora. El objetivo es que los socios disfruten de excelente cocina en un espacio confortable y cercano. Inspirados en la filosofía KM-0, la gastronomía mediterránea guía tanto el ambiente como el diseño. La cocina al horno de leña se integra en el comedor, mostrando el proceso culinario en directo. Barras de roble y mármol blanco actúan como epicentro de la experiencia, abiertas y participativas.
Detrás del pizzero, una estantería de madera exhibe ingredientes frescos, humanizando la preparación de cada plato. El espacio inicial, de gran altura, transmitía frialdad y distancia, un reto importante para el rediseño. La solución llegó con luminarias suspendidas que cambian la escala y generan una atmósfera cálida y cercana. El confort acústico también se trabajó, logrando un ambiente donde conversar resulta agradable y sin reverberaciones. El resultado es un comedor íntimo, equilibrado entre transparencia culinaria y un entorno pensado para el disfrute. La iluminación, junto al uso de materiales nobles, aporta serenidad y conexión emocional con el espacio. Cada detalle busca crear una experiencia completa, donde el cliente se siente parte del proceso. La combinación de tradición culinaria y diseño acogedor convierte el restaurante en un lugar vibrante y humano.
La terraza exterior, con vistas privilegiadas al campo de golf, se reorganiza en ambientes más íntimos. El mobiliario se dispone en torno a alfombras y pérgolas de fibras naturales que definen rincones acogedores. Los espacios permiten acoger desde pequeños grupos hasta celebraciones más numerosas en un entorno relajado y familiar. Se buscó transformar la materialidad fría del edificio original en un escenario de confort y vitalidad. Hoy, Terrace at Hills transmite calidez y frescura, ofreciendo un lugar donde socios se sienten como en casa. Un proyecto que convierte la experiencia gastronómica en vivencia completa: auténtica, cercana y profundamente mediterránea.







